Se ha estrenado recientemente en León la película “Ice Age 3”, que nos introduce una vez más en el mundo del cine en tres dimensiones, eso si, con la ayuda de las inevitables gafas necesarias para poder visualizar el efecto de la tercera dimensión.
En León, este efecto ya se pudo experimentar hace más de 50 años, en el que por entonces se llamaba “Gran Cine Condado”.
El 14 de enero de 1954 se proyectaba por primera vez en la ciudad, una película en tres dimensiones: “Los crímenes del museo de cera”, rodada en “estereovisión”.
Esta técnica se basa según la prensa de la época en que “… cada ojo ve una imagen distinta y totalmente separada de la que el ojo está mirando. En el cerebro se efectúa la conjunción de las dos imágenes, convirtiéndose en una nueva, en relieve.”
Es curioso que el director de esta película fuera André de Toth, que al faltarle un ojo, no podía ver el resultado del efecto de profundidad de lo que estaba rodando.
André de Toth
Dicen las malas lenguas que la película se veía borrosa y que a algunos espectadores les llegó a producir dolores de cabeza y vómitos. Todo un éxito.
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