El León Curioso

martes, 30 de diciembre de 2008

San Isidoro en "La Esfera"

Hoy escriben los periódicos que en un concurso promovido por la Fundación Santa María la Real los internautas han elegido a la Colegiata de San Isidoro como la “Maravilla del Románico”, quedando por delante de la catedral de Santiago de Compostela y de la catedral Vieja de Salamanca. Se puede veer la clasificación definitiva AQUÍ.

A principios del siglo pasado y a falta de internet, eran los periódicos y las revistas los que se encargaban de enseñar al mundo las costumbres y los monumentos más representativos de diferentes puntos de la geografía española, y la revista La Esfera era una de esas publicaciones.

La Esfera fue una revista ilustrada que se publicó en Madrid entre los años 1914 y 1931. En esta publicación se mezclaban contenidos culturales con otros más “mundanos” relativos a moda, ecos de sociedad, deportes, etc.

En los números de fechas 24 de Agosto de 1918 y 17 de Abril de 1920 se dedicaron sendos artículos a la Colegiata de San Isidoro en los que se cuenta desde el origen de la edificación a las consecuencias del incendio del retablo principal en 1811.





En el artículo del 17 de Abril de 1920, su autor Juan Gómez Renovales hace referencia entre otras cosas, a la desaparición de la Colegiata de “.... códices, pergaminos valiosos, que algunos he visto yo, y aún conservo uno que arranqué de un tambor de mis hijos.... ”.

Y me pregunto yo ¿quien demonios le haría el tambor a su hijo?




Así mismo, en este artículo, se pueden ver fotografías de relicarios conteniendo una mano de San Martín, un dedo de San Isidoro y un maxilar de San Juan Bautista.

Pobres ...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Seguro que el Sr. Juan Gómez Renovales era un melómano cansado de soportar la contaminación acústica a la que le sometía su retoño y aprovechó la coyuntura... Todo sea por la conservación del Patrimonio Histórico Artístico. Eso sí, daría mi reino por ver la cara del niño-percusionista.

¡Feliz Año!

El León Curioso dijo...

Al respecto se pueden plantear varias preguntas:
¿Se dedicaba el bibliotecario de San Isidoro en sus ratos libres a hacer tambores?
Si no era así (cosa muy probable, ¿cómo llegó el pergamino a manos del hacedor de tambores?
¿Cuántos tambores, zambombas, panderos ... quedan todavía por ahí con un trozo de pergamino proveniente de San isidoro?
¿Qué hizo el señor Gómez Renovales con el pergamino recuperado?

Preguntas, preguntas ....

Buen 2009